María Inés Ojeda Nahuelquin

El amor como bandera

María Inés Ojeda Nahuelquin

Más conocida como Marita Ojeda. Sus padres, Isabel Nahuelquin y Luis Ojeda, llegaron a Río Grande en 1952. Primero, nació su hermano Luis en Río Grande, en el BIM5, en el ’61. Y por cuestiones de salud, ella nació en Punta Arenas. Trasladándose a los 15 días, luego de ser bautizada, a esta localidad, en donde vivió todos sus años hasta el presente. Cuenta que le costó mucho nacionalizarse por aquellos años.

Marita, vivió en diferentes estancias hasta los 5 años: Estancia Catalana, Inés, Pilarica, María Behety. Este contacto con el campo la llevo a conocer más de la vida rural de Río Grande: sus huertas, gallineros, cría de animales, siendo éstos la base de su alimentación.

Sus padres estaban relacionados al trabajo en la estancia. Su padre abocado al mantenimiento del lugar y a la esquila; su mama como cocinera y personal de limpieza.

Por esos años, la familia decide venir al pueblo, porque los niños tenían que escolarizarse. Su hermano vino primero a una casa de familia para estudiar en el Ceferino Namuncurá. Luego vino toda la familia ya que Marita tuvo edad para ingresar al Jardín de Infantes del Colegio María Auxiliadora en al año 1970, y no había razón para separar la familia.

Vivian sobre calle Rivadavia, casi Alberdi. Era un solo ambiente y el baño estaba afuera de la vivienda. De ahí, se mudan a otra casita alquilada, de la Familia Vargas, en Alberdi y 25 de Mayo.

Marita asistía al IMA, y su hermano, al Colegio Ceferino Namuncurá (primario) luego al Don Bosco (secundario), donde iría también Marita. En 1972 la familia se muda a Alberdi y Libertad, alquilan primero y luego compran la casa de Félix Naranjo.

Fue su papá quien les enseñó a leer y escribir, sumar y multiplicar, en la estancia. Recuerda que le gustaba mucho estudiar, desde siempre, y se aburría en el jardín. (De hecho sólo estuvo vdos meses)

“Yo era muy risueña… Me reía mucho y era muy participativa, en todos los actos le gustaba estar. Fue una infancia hermosa”, recuerda.

La etapa de la educación secundaria le resultó muy difícil, en cuanto a la poca libertad. Cursó en el colegio Don Bosco. Sus padres no la dejaban salir mucho, pero iban a las Confiterías del Ibarra, el Zorba, La París por las tardes.

También hacía mucho deporte, estuvo en el seleccionado de vóley en el 80/81 y eso fue una experiencia hermosa. Viajó con el equipo a Chapadmalal y como nunca había salido de la Isla, el sentimiento fue el doble de emocionante.

Desde los 14 años trabaja. Primero en la Despensa del Sol, luego en la Fábrica Hitachi, mientras seguía con sus estudios secundarios.

Egresa en el año 1982, adeudando Matemáticas que la dictaba el Padre Falcone. En 1983, trabaja en la fábrica El Mutun, luego pasa llamarse Daewo, hasta el año 1986. Mientras tanto rinde Matemáticas con Rita Fleitas, materia que adeudaba de quinto año, y allí decide ingresar al Profesorado de Enseñanza primaria y Nivel Inicial. Mientras cursaba esta carrera trabajaba en Casa Gabriela con los hermanos Cano y Ticho Andrade.

En Marzo de 1988 ingresa a la Municipalidad. Al recibirse de Profesora comienzo a trabajar en el Jardín nº 11 “Chepachén”, luego JIF, N 4 “Arco Iris” a la par del Municipio. Marita dice que la docencia es algo que se lleva para toda la vida. Y lo afirma diciendo: “Yo colgué el delantal pero jamás la vocación”.

En el transcurso de los años 89/90 llevó adelante una serie de presentaciones con la Agrupación Infantil “Hain” , en donde era la Directora y junto a un grupo de amigos organizaban espectáculos musicales para la familia.

Con la radio se inicia desde muy chica. A los 10 años le decía a la seño de su grado que quería estar en la radio. Recuerda que en Radio Nacional estaba Susana Cobos con un programa infantil: “La Hormiguita hippy”. Este programa arrancaba a la 17:30. Una tarde de salida escolar (salía a las 17:15 hs) , llegó corriendo a su casa, le dijo a su mamá que la escuchara por la radio que iba a salir al aire. Pasó a buscar un cuento “La olvidadiza” y fue a radio Nacional. Se presentó ante Susana, ella amablemente le alcanzó una silla, le acercó el micrófono, leyó su cuento y regresó feliz a su casa. Supo que eso no iba a quedar ahí. Además, le gustaba memorizar y hacer presentaciones.

También perteneció a la Asociación Fueguina de artistas y músicos (AFAM) como secretaria. Desde allí tuvo su primer trabajo en radio en 1995. Tuvo que cubrir un locutor que había faltado en AFAM y desde ahí no soltó más el micrófono. Ese programa se llamaba “Mi razón de ser”, con artistas en vivo, y salía todos los domingos de 14 a 16 por Fm Río Grande de Ulises Garay. Un director que recuerda muy dedicado a la parte edilicia y a la ornamentación del lugar.

A partir de ese año, y en forma ininterrumpida, siguió en radio, con programas románticos por las noches en FM Río Grande, música de los 80, “Preparando la mochila” en Fm Del Pueblo para el Municipio, hasta que, en el 2000, gracias a un operador, Roberto “Bache “ Ojeda, que le dijo: “Tenés que estar con esa energía por las mañanas”, decidió hacer un programa en esa franja horaria y así nació “La vida es un carnaval” que luego quedaría como “Arrasando”. Este año cumplió 21 años al aire, y Marita 26 años de animación radial.

También estuvo en FM Universo de Guillermo Acuña por 13 años. Actualmente está en Fm Compromiso 99.9 de José Ignacio Garro de 9 a 12. Marita sale al aire, con su propio programa. Es la productora, musicalizadora y animadora. La radio significa para ella… una misión: comunicar lo que vive, lo que aprende, la vida saludable, leer libros, tratar de visibilizar trabajos de otros. Comunicar para levantar el ánimo desde las primeras horas del día.

Además, siente el cariño de la gente, respetan su trabajo, la constancia, las buenas vibras, las emociones. “Son tres horas en las que pasa de todo”, comenta.

Su mamá Isabel nunca le dio remedios de farmacia, siempre la trató con remedios caseros, con hierbas, verduras y ungüentos de las plantas.

Un amigo, le había sugerido hacer un proyecto sobre eso para una Institución en el 2012. Ese mismo año, a mediados de Marzo comienza a tener diferentes síntomas que, con el tiempo se traduce en una septicemia que la llevó a estar muy mal de salud. Fue el Dr. Rauch quien finalmente logró encauzarla, después de visitar varios médicos, en su recuperación y luego siguió con la Dra Soledad Andrés, que sigue actualmente siendo su doctora. Finalmente, en septiembre de ese año, llegó derivada al Hospital Británico, pero antes ya había decidido no ingerir más remedios. Allí los valores se van normalizando.

Viaja a Córdoba y por elección siguió un tratamiento holístico, integral: “Fue por decisión personal. Me enfoqué en varias terapias complementarias, energéticas, sistémicas, yoga y alimentación consciente. “La salud no es ausencia de enfermedad es el equilibrio entre lo físico, mental, espiritual, sicológico y álmico” expresa.

En agradecimiento a la vida, Marita crea y organiza las Movidas Saludables Provinciales Naturales. Por tal razón recibió menciones especiales en la Legislatura Provincial de TDF e IAS y en el Concejo Deliberante de Río Grande.

También fue la primera mujer en ocupar la Banca del vecino en el Concejo para hablar de qué se trata este evento y promover hábitos saludables, para que la gente conozca las terapias complementarias, el valioso aporte de la Medicina alopática, Ortomolecular y Holística en forma gratuita cada vez que se puedan realizar un encuentro, de casi 12 horas, con terapeutas, médicos. Instructores, profesores y couch ontológicos y de nutrición.

En siete años lleva realizadas treinta y tres movidas saludables entre Ushuaia, Tolhuin y Río Grande, y piensa seguir adelante, suspendidas solamente por el contexto de pandemia.

En televisión hizo “Tele bingo Fueguino”, un corto tiempo; “Tonadas de mi tierra”, junto a “Tuqui” Sosa Romero; el magazine de “Mañanas en Grande”, junto a Charly Conde; ambos programas convocada por Rubén Ibarra. “TDF Vive”, idea y conducción de Marita y producido por Cooperativa “Ojo al Sur”. (Este programa era educativo y socio cultural e incluía “El Fogón de Marita” con artistas musicales en conjunto con Fm Compromiso)

Reconoce que le hubiese gustado ser bailarina- Tal vez lo hubiese sido pero sus padres no podían costear las clases. El canto y la guitarra también le gustan mucho y fueron parte de su adolescencia.

Hoy baila en el Ballet adultos “Soles que dejan Huellas” a cargo del Prof. Santiago Soto cumpliendo el año pasado 20 años como bailarina y locutora; y también 20 años, hace poco cumplidos, con “Raíces y Hermandad”, grupo chileno a cargo de su Presidenta Daniela Saldivia.

Esa misma cantidad de años colabora con dos Asociaciones: de Manualistas y artesanos de la Provincia de TDF y de las Colectividades, residentes extranjeros y descendientes.

Siente que tiene pendiente un sueño muy grande, el de tener un espacio holístico, un espacio propio, en el que pueda hacer las movidas saludables cuando quisiera, sin depender de espacios prestados, y el poder escribir, comunicar todo lo que sabe a través de un libro.

Se siente orgullosa de haber salido de todas las dificultades que le pasaron. “Me tocó bailar con muchas situaciones inesperadas, pero siempre que pasó algo difícil salí adelante”, asegura. Su hermano siempre fue un soporte importante en la vida de Marita. “Me siento identificada con las canciones de “La Cigarra” de María Elena Walsh y “Honrar la Vida” de Eladia Blázquez, porque sus letras hablan de salir adelante a través de nuestra fortaleza personal”, comenta.

A Río Grande le diría “¿Sabés cuanto te amo, cuanto luché y lucho por vos?… aunque sea tan difícil contagiar el amor por este lugar, por tu gente y tus cosas, defenderte y reivindicar a todos los que hicieron historia”.

Marita enfatiza que, es una mujer fueguina y comprometida con Río Grande, y todo lo que esta ciudad encierra. Este Centenario lo celebra desde el mismo 11/07/20 que comenzó a transitarse.

¿Qué le diría a la Marita de 18 años? Le diría que no sea tan ingenua, que no crea todo lo que le dicen y que hay que mirar siempre el lado bueno de las cosas. Todo pasa por algo. Nada es casualidad.

A las mujeres de Río Grande les diría que agradezcan ser femeninas, que es una gracia inmensa el SER mujer. Que por ser rebeldes o luchar por lo suyo no pierdan lo femenino. Las mujeres pioneras y antiguas pobladoras han resignado mucho de ellas en esa época, por acompañar a su compañero de vida y a su familia. Hoy todo ha cambiado y el rol que tenemos cambia la realidad que nos circunda. La fortaleza interior de la mujer nos permite salir adelante en un mundo todavía con grandes vestigios de machismo.

Marita, se describe como una mujer alegre, agradecida, simpática, sonriente, defensora de sus amigos y sus mayores afectos (mis padres, mi hermano, mis dos hijos y mis 4 nietos). Una mujer muy comprometida con lo que ama, donde va su corazón va su amor, en todos los aspectos de su vida.