Mariana Torales
De Formosa a Río Grande
Mariana llegó a Río Grande de la ciudad de Formosa capital cuando tenía 10 años de edad. Esta travesía la hizo con dos de sus hermanas, su cuñado y sus sobrinos. Hoy Mariana tiene 21 años y es estudiante de abogacía.
Recuerda a Formosa como una ciudad muy hermosa a la que va siempre de vacaciones, ya que sus familiares están allá. Su familia es muy numerosa, humilde pero muy unida. Su infancia fue única e inolvidable.
De niña siempre copiaba cada dibujo que veía y que le gustaba, siendo esa una manera de descubrir que tenía un gusto por el dibujo y la pintura. El primer dibujo que hizo fue un cocodrilo, y dejó asombrada a su familia y a todos los que tuvieron la oportunidad de ver ese dibujo. A partir de ese momento, nada la detuvo. "Desde que yo tengo razonamiento, sé que me gusta pintar. Siempre me gustó dibujar. Poco a poco, a medida que voy creciendo, voy adquiriendo más conocimiento acerca de la pintar y dibujar”
Ya en Río Grande parte de su escolaridad fue en la Escuela Especial Nro. 2 y en la Escuela Nro. 4. Hasta ese momento no sabía dónde iba a cursar su educación secundaria, y desconocía que existía una escuela de artes en la ciudad. Pero en la esc. Nro. 4 su profesora de Artística le habló del Centro Polivalente de Arte. Fue entonces su profesora la que hizo todo lo posible, junto a su familia, para que pudiera tener una vacante ahí.
“Ni bien entré al CPA, ver las paredes pintadas, todo colorido, quedé enamorada. Ahí conocí gente maravillosa, mis compañeros, profesores, directivos, todo".
Ya cursando en el CPA surge la idea de que Mariana pueda tener su propia muestra, y desde el taller de iniciación al ingresar a 1er año logra exponer sus trabajos. Reconoce no tener un estilo propio, ya que siempre es muy variado hasta hoy y permanentemente va descubriendo nuevas técnicas e improvisando con sus materiales. Utiliza la técnica del degrade, usando acrílicos y todo un poco. La mayoría de sus pinturas son de montañas, árboles y paisajes. Muchos de ellos inspirados en los de la provincia: "La verdad que los paisajes de Tierra del Fuego son hermosos, me encantan mucho, más que nada las montañas que son mis favoritas. Me gusta dibujar la naturaleza".
Su primera presentación como toda una nueva artista, fue en la misión Salesiana y desde ahí comienza a hacerse conocida en el ámbito cultural de Río Grande. Realizó muestras en el centro Cultural Yaganes, en el auditorio de OSDE y en diferentes eventos y fechas relevantes como el día de la mujer, por ejemplo. Cuando realiza una muestra dice:” son los mejores días de mi vida”.
En las muestras los visitantes al observar sus obras se acercan a preguntar por los colores que utiliza o el significado que tienen cada uno para ella. La particularidad de sus trabajos es que los hace pintando con un pincel en la boca, destacando aún más sus pinturas con un estilo muy propio. No utiliza ningún adaptador, de esta manera logra naturalizar esa técnica.
Todos sus cuadros están a la venta como así también realiza trabajos a pedido, y todos los trabajos que hace le gustan mucho, es por ello que cuando vende alguno le cuesta desprenderse de ellos.
Por su paso por el Centro polivalente de Artes, recuerda como inolvidable un viaje que realizo a Buenas Aires junto a su profesora.
Se siente muy orgullosa de todo lo que ha conseguido y logrado, y cree que ha llegado muy lejos y que nunca imagino terminar su educación primaria y su educación secundaria, además de todo lo alcanzado con sus pinturas y las muestras que realizó.
Para Mariana Río Grande representa absolutamente todo para ella, es la ciudad que le dio la oportunidad de ser ella y desarrollarse como toda una artista abriéndole las puertas al mundo del arte.
Se define ella misma como una mujer humilde con carácter y soñadora y uno de sus sueños es ser reconocida a nivel nacional e internacional. Dice que no es por la fama, solo demostrar que, si se quiere, se puede. Que no hay obstáculos para cumplir los sueños.
A las mujeres de Río Grande Mariana les diría:” que luchen, que continúen ese camino, que no se den por vencidas, que la vida es muy bonita y hay que vivirla y aunque algunos días vengan esos bajones anímicos, sepan que hay personas que luchan todos los días por vivir y que hay que pensar que algunos la pasan mal y podrían estar peor”.
A Río Grande le diría por sus 100 años Gracias y por todas las oportunidades que le dio y que sabe que va a hacer su vida acá sintiéndose una riograndense mas y también le diría que continúe creciendo como hasta ahora.
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