Norma Soto Oyarzún
Entre la música, su función en la policía y la familia
Esta historia es publicada gracias a Leda Soto, hermana de Norma.
Norma fue una mujer que se desempeñó en ámbitos que estaban reservados exclusivamente para hombres. Nació el 11 de marzo de 1949 y fallece el 8 de agosto del 2016.
En el año 1971 empezaba a trabajar en el Juzgado de Paz, haciendo tareas generales. Anotaba nacimientos y defunciones. Con el tiempo pudo subrogar a José Cabezas, quien era el juez de paz por esos años. Trabajó en la oficina de tierras, también en el Registro Civil. Estando a cargo de esta dependencia, llegó a oficiar casamientos civiles. En una oportunidad debió trasladarse al hogar de anciano; San Vicente de Paul, sobre calle Ameghino, para casar a dos abuelos que estaban allí alojados.
En el 1975 es trasladada a la oficina de Rentas del territorio, donde continúa con tareas administrativas, desconociendo aun su vocación que tenía dormida. Es allí cuando alguien, que conocía su dedicación y responsabilidad, la invita a integrarse a la policía territorial. Superada la sorpresa, Norma comenzó a pensar en esa posibilidad, que, por ella misma, ni por asomo se le hubiera ocurrido. Es que ese trabajo era tarea de hombres.
En 1977, finalmente ingresa a la institución en épocas de Bilota como jefe de policía. Norma debió someterse a la exigencia del adiestramiento y capacitación necesaria para el desempeño en la nueva función. Para ello tenía que viajar a la ciudad Ushuaia, porque por ese entonces, allí se encontraba la escuela de policía. Pero eso fue nada más que el comienzo, ya que en años siguientes debió someterse distintos cursos de prevención y capacitación policial, necesarios para ascensos de jerarquía.
Esos comienzos le resultaron llevaderos y pudo superar sus dudas y temores ya que en todo momento logró el respeto de sus compañeros, además no estaba sola, la acompañaban otras compañeras policías, como Sonia Menéndez, Susana Vargas, entre otras.
Su primer destino como agente de policía fue la ciudad de Río Grande, teniendo las mismas obligaciones que el resto de sus compañeros uniformados. Cumplía turnos rotativos de guardias, control de tránsito nocturno; estuvo en lo que hoy sería la Penitenciaría, cuidando detenidos; estuvo en el aeropuerto realizando controles, también condujo por breve tiempo un patrullero. Se desempeñó por un tiempo en investigaciones, también en comunicaciones.
En síntesis, estuvo desempeñando funciones en casi todos los sectores de la institución.
Ante el conflicto con Chile en 1978, también estuvo destacada en la frontera de San Sebastián con otros efectivos.
Participó en el autódromo, en la seguridad del gran premio Mujeres Fueguinas. Simultáneamente a su actividad policial, retomó sus estudios secundarios truncados en el Don Bosco, finalizándolos en la escuela nocturna para adultos, CENS 18. Donde se recibe de Perito Contable en el año 1983.
Norma siempre estuvo agradecida de su mamá por su estimulo y apoyo a todo lo que ella emprendía y también por ayudarla con la crianza de sus tres hijos (María Fernanda, Antonio y Cristina) que eran muy pequeños por esos años, mientras cumplía con sus obligaciones de ser policía y estudiar.
Norma también desde pequeña, se dedicó a cantar, hasta convertirse en la primera solista vocal femenina de Río Grande. Norma supo representar a su provincia, Tierra del Fuego en diversos festivales de la época tanto en nuestro país como en Chile.
En el año 2000 norma se retira de la fuerza con el máximo rango que aspira un suboficial; para dedicarse a una vida más tranquila y disfrutar de sus nietos.
Fue declarada Mujer Destacada de la ciudad de Río Grande
Lamentablemente en el año 2016 su vida fue arrebatada por un cáncer agresivo que en pocos meses la derrotó. Se fué un 8 de agosto del 2016.
Fue una maravillosa mujer, una gran cantora, buena policía, madre ocupada y excelente hija, hermana y abuela.
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