Olga ¨Peque¨ Valle
Actuar o dirigir y esa constante retroalimentación
Peque nació en Santa Rosa, provincia de La Pampa, pero fue criada en Punta Alta, provincia de Buenos Aires. Allí transitó su infancia.
El mundo del teatro, presente como un “bichito adentro”, expresa Peque.
Desde muy chica le gustaba mucho cantar y actuar. Reconoce que quizás ver en la televisión grandes aplausos le generó esto de querer dedicarse a exponerse con la actuación. Escuchaba en la televisión que decían: ¨le damos un fuerte aplauso¨ y Peque se emocionaba y lloraba. ¨ ¿Hija que te pasa? - preguntaba su mamá- y ella le respondía: ¨es que me emociona¨.
Desde niña quería ser cantante o actriz. Pero la primera vez que se subió a un escenario fue a los 15 años.
En el secundario empezó con un grupo de teatro vocacional invitada por su profesora de Lengua y Literatura, mientras cursaba su 3ro, 4to y 5to año. Esos fueron sus inicios en el teatro; comenzó sus pasos con obras de Alejandro Casona, afianzando lo que fue y es hoy su vocación y descubriendo así un mundo increíble y eterno.
Ella no quería estudiar un profesorado, quería ser actriz. Por ello, cuando terminó el secundario, proyectó sus estudios, después de quedarse un año más en Punta Alta porque económicamente no podía irse a otro lado en ese momento.
Al fin fue a La Plata, allí consiguió trabajo, además estaba su hermano estudiando medicina, quien fue su sostén por esa época. Así fue como ¨bancó sus estudios, estudiando “Preparación del Actor” en la ESCUELA DE TEATRO LA PLATA, carrera de 4 años.
Considera los años en La Plata, como una ciudad ideal para un despertar creativo.
Después de terminar de estudiar pensó que por tener un título ya era actriz y que sería fácil vivir de eso. ¡Quería ser famosa! Hacer realidad los sueños de juventud, pero no era tan fácil. Se presento en cuanto canal de televisión pudo hasta que entró en una crisis: “pensar que quería de su vida”. Se preguntaba: ¨tengo esto y ahora para dónde voy? ¨ y concluyó que su vida pasaba por el placer que le daban las cosas que tenían que ver con poder hacer cosas con teatro y no la fama.
Cursó luego la carrera de Maquillaje Teatral en la misma escuela para incrementar su conocimiento en la actividad.
Se presentó en un concurso muy importante y fue seleccionada entre 300 personas para formar parte de una obra en La Comedia de la Provincia de Buenos Aires. Se sentía feliz porque había ganado algo por su talento. “Realmente fue así”, afirma Peque. Trabajó ahí por 3 años y medio. Recuerda esa experiencia como algo increíble ya que salían de gira todos los fines de semana y cobraba por su trabajo de manera profesional. Tenía vestuarista, maquillador, peluquero: era genial. Fueron unos años maravillosos.
Luego de esa experiencia, surge la primera carrera de docente de teatro donde ella se metió de lleno a estudiar. Tiene los mejores recuerdos de los años vividos en La Plata. Termina descubriendo que en realidad más que el protagonismo a ella le gustaba enseñar.
Llega Rio Grande con su hija de 1 año y medio y su esposo un 14 de enero de 1993. No entendía tener tantas horas de día, que siendo las 23 aun hubiera claridad.
El primer año fue tremendo acostumbrarse al nuevo lugar. La ciudad le encantó, pero había poco en el campo de lo artístico de teatro. Fue un año duro, pero sabía que solo era cuestión de tiempo para adaptarse.
Dejo su currículum por todos lados, fue así como llego a INTI ANTI (los dueños eran Mónica Madoni y Héctor Cascú), lugar que tenía una orientación artística, y que poco después se transformó en un jardín de infantes. Allí trabajo sólo por unos meses, el primer espacio en el que aplicaría por primera vez su título en esta ciudad.
Al año siguiente ingresa como docente en el COLEGIO INTEGRAL DE EDUCACION RIO GRANDE y en la Universidad Tecnológica Nacional, que, a través del Departamento de extensión universitaria, la contrata para dictar clases de teatro, los cuales han seguido ininterrumpidamente hasta el día de hoy. Por eso está muy agradecida y feliz por ese espacio. De allí nace su grupo teatral Sho´on. Grupo que le ha dado muchas satisfacciones.
Menciona que el teatro tiene esa magia de transportarte en tiempo y espacio y que ella tuvo la suerte y el orgullo de haber despertado en adolescentes el interés por este código, generando que luego fueran varios de ellos a estudiar la carrera teatral.
En la UTN fue la primera en Río Grande en iniciar con un taller de teatro, que, junto con el Profesor Guillermo Canizzo con el Coro de la UTN, fueron quienes promovían la veta artística de esa institución abierta a la comunidad.
Su relación con la música viene desde chica porque siempre le gusto cantar y recitar. Una anécdota es que todos los años en el día de la madre se paraba en la punta de la mesa improvisaba un poema y cerraba siempre con la misma frase: aplausen¨. Formó parte de un coro cuando estaba Punta Alta y en La Plata aprendió algunos acordes con la guitarra.
En esta ciudad, en 1998, se reunió con docentes: Claudia Ameri, Cristian Rodríguez y Gustavo Vaudagna, conformando el grupo Tauen. Grupo del que formara parte por 10 años, siendo esta una “experiencia hermosa”, expresa.
Tauen se destacó por la originalidad de los juegos de voces, y las armonías. Le dedicaban muchas horas de ensayo. Y participó 5 veces del Pre-Cosquín: 3 con el grupo Tauen y 2 veces con un dúo que ella formaba parte. Amó su época con la música. Pero luego solo se dedicó al teatro por convivir con un problema de la voz que no cuidó, y además su compromiso con el teatro fue creciendo cada vez más por su grupo teatral Sho´on que hoy en día considera parte de su familia.
El teatro es su cable a tierra, ese espacio creativo que muchas veces renovó y fue refugio en la vida. A Peque le encanta actuar y le gusta dirigir, tiene ese dualismo con el que convive permanentemente. Entiende el teatro como una retroalimentación en la que constantemente uno se auto descubre y se salva, afirma que uno necesita tener creatividad en la vida para no sentirse muerto, que la creatividad te da ese resorte para que puedas emerger y poder subsistir, tanto en lo físico como en lo psíquico.
Se siente orgullosa de todo lo que hizo. Todo lo que hizo lo hizo con el corazón: la música y el teatro. Y con esto último expresa que lo más importante es haber logrado despertar en algunas personas esa luz por los códigos propios del teatro y formar ese semillero para que vuelen, además de los vínculos que generó gracias a ésta genuina y hermosa pasión.
“A Río Grande le diría, siendo muy honesta… cuando vine a esta ciudad pensé que venía sólo por un año y que me costó adaptarme. Fueron pasando los años y siempre pensé que algún día me iba a ir, cosa que pensé por mucho tiempo, creía que mi destino estaba en otro lado. Pero la vida me presentó otras cosas, otras experiencias y vivencias. Eché raíces que se fueron enterrando cada vez más en lo profundo, e hicieron que me apropiara de esta tierra, y hoy te digo que es un lugar que elijo. Ya jubilada como estoy, pudiéndome ir a otro lado, te digo que elijo a Río Grande para morirme acá. ¨
Le agradece a Río Grande tantas cosas…a sus hijas..., a los vínculos que son parte de su familia, a todo lo que esta ciudad le regaló.
Ella se define así misma como una mujer que eligió la vida que quiso y que si volviera a nacer elegiría de nuevo el mismo camino recorrido, que con sus aciertos y errores tiene la libertad de elegir y hacer lo que quiera en la vida. Una mujer feliz que mientras el aire continúe en sus pulmones seguirá tratando de darle más al teatro.