Ruth ¨Mimi¨ Noemí Torres

Una vida ligada al fútbol de salón

Nació el 4 de enero de 1963 en Río Grande, son 3 hermanas; Mimí la mayor de ellas. Hija de antiguos pobladores. Su papá José Alejandrino Torres, llegó a Río Grande en 1957 desde la Isla Grande de Chiloé, como muchos buscando un mejor futuro. Su mamá Romelia del Carmen Huichacan, llegó en el año 1960 también de la Isla Grande de Chiloé, después de que se produjo un terremoto muy grande en esa zona, perdiendo absolutamente todo. En Río Grande se encontraba un tío de Mimí, hermano de su mamá. Sus padres ya se conocían de antes, pero por esas cosas de la vida se volvieron a encontrar acá. En el año 1962 se casaron y vivieron en la fábrica Khami que estaba en cercanías de Tolhuin. Allí se crio. Una vez terminada la primaria el papá sale en busca de otro trabajo porque quería que Mimí estudiara. Desde que iba a la secundaria ya tenía sus inclinaciones a un determinado deporte, el futbol de salón. Como acá en Río Grande, y principalmente en la isla, por el clima y la veda invernal se realizaban muchos deportes bajo techo, fue el futbol de salón en Tierra del Fuego el principal deporte, para varones y mujeres.

Cursó sus estudios primarios en la escuela N5 de Tolhuin, que estuvo primero dentro de la fábrica Khami, la escuela se inició en la fábrica y cuando se fundó Tolhuin se trasladó ahí. Sus padres trabajaban en la fábrica. Cuando Noemí creció, sus padres decidieron darle un mejor futuro, fue entonces que decidieron volver a Río Grande, donde Mimí cursó sus estudios en el Instituto Secundario Don Bosco.

Desde los 15 años jugaba al futsal con sus compañeras de la secundaria. También practicaba otros deportes, pero su gran amor siempre fue el futsal.

También participó en varias ediciones de Mujeres Fueguinas, como banderillera, como ayudante dentro de la carrera. Una carrera que era toda organizada por mujeres.

Cuando en la vida empezó a cumplir otros roles y ocupar otros espacios, se tornó más selectiva a la hora de avocarse a una actividad, empiezan otras motivaciones y después vienen los hijos. Le gusta trabajar por y para los chicos, y todos en el mundo deportivo la conocen como Mimí.

Llega al Club Sportivo a través de sus 2 hijos, cuando uno de ellos tenía 4 años y el otro estaba por cumplir los 7. Empezó a averiguar donde daban clases de futbol para niños y así fue como conoció el Club Sportivo. Y así de a poco se fue metiendo en el club.

Recuerda que uno de los primeros profesores de sus hijos fue Sergio ¨Chimo¨ Águila, después se incorporó Tatú Robles.

De a poco Mimí, junto a su esposo, se fueron incorporando al club, fue así, que alrededor del año 1992 el profesor ¨Chimo¨ Águila le propone a Bicho, esposo de Mimí, colaborar y trabajar en el club.

Cuando el fútbol femenino aun no existía como tal, Mimí y otras jugadoras, practicaban esporádicamente. Organizaban torneos, pero nada trascendental. Hasta que aparece la Asociación de fútbol y ahí fue otra cosa.

Los hijos de Mimí jugaron en todas las categorías hasta que se hicieron adultos; pero Mimí se quedó trabajando para el Club. Sus hijos se fueron a estudiar y ella se quedó en el Club, la vida de Mimí pasaba de cumplir con su trabajo y el Club Sportivo. ¡¡¡¡Y todavía sigue!!!!

Dentro del Club Sportivo Mimí cumplió diferentes puestos como dirigente: fue vocal, vicepresidente y presidente. Además, fue la primer presidente mujer de la Federación Fueguina de Futbol de Salón entre los años 2012 y 2016, también participando en la federación como secretaria y tesorera. La Federación Fueguina de Fútbol de Salón, nuclea a todos los clubes de salón.

Y aunque el fútbol fue un ámbito en que a la mujer le costó mucho, Mimí siempre está trabajando por el deporte; ahora el hombre tiene asumido que la mujer esta y que trabaja a la par, pero antes los hombres eran más reacios a que la mujer estuviera.

El club creció; tuvieron vóley femenino y hockey, siempre trabajando con muchos chicos.

Entre ser jugadora y formar parte de la dirigencia, elige la dirigencia, ya que le gusta mucho dirigir y que las cosas estén lo mejor posible, eligiendo un lugar, donde pueda tomar decisiones.

La pandemia afectó mucho al club, ya que es un club que se sostiene con los ingresos de la cuota societaria. Además, el club tiene muchos chicos becados; chicos que no están en condiciones de pagar, no se les cobra la cuota ni la indumentaria ni las inscripciones a los torneos, las costea el club.

El Club Sportivo lleva más de 50 años y Mimí está hace más de 30, siempre en el mismo Club. Se define como dirigente del club sportivo sin importar el cargo que ocupe. Fue presidente, secretaria, vocal, siempre presente indistinto al cargo que ocupó.

Estuvo en el fútbol femenino y tuvo mucha influencia, siempre fue líder donde estuvo, por su manera de trabajar, y enseguida la incorporan en los equipos de trabajo. Llegó a la asociación del fútbol femenino justo cuando se necesitaba alguien con ganas de trabajar y estaba en el club, pero no tan ocupada. Y el club formaba parte de la asociación y el club le pidió que fuera como delegada.

Se considera una mujer de carácter, frontal, que se ha sentido respetada por sus pares en el Club. A pesar de que por el futbol de salón ha dejado días festivos, y reuniones familiares, siempre tuvo el acompañamiento y apoyo, principalmente de su familia y de su esposo. Cuando fue presidente le llevaba muchísimo tiempo, pero su marido siempre la acompañó. Y se las ingenió para hacer lo que le gustaba. Por esto mismo es que considera que cada mujer tiene que darse el respeto, no dejando que le digan que hacer.