Mirta Elsa Cornella

Deshojando recuerdos

¨Soy Mirta, desciendo de la casta de emigrantes italianos, 2 españoles que engrandecieron a mi país, en la época en que todo era argentino, la palabra un documento, y la honestidad un baluarte. Cierto es que se pasaban los gobiernos, como papa caliente, entre militares y civiles; pero recuerdo que todo el mundo trabajaba, y aún los hijos de obreros más humildes, se daban el gusto de la ocupación y del estudio.

Mi padre, que hoy es mi custodio desde el cielo, construyó con sus manos tantas hermosas casas en la Córdoba de antaño; junto al nono desmontaron lo que hoy es el suelo fecundo de mi tierra. Lo recuerdo en el fondo de la Misa dominical, con su parada recia, los ojos esmeraldas, y la oración viril, pero sin concesiones al clero. Mi abuelo materno cultivó el suelo, y la abuela crio muchos hijos.

Mi madre, era aquella ama de casa de manteles impecables, que nos enseñó a leer y hacer las cuentas, porque había tiempo para guiarnos. A quien mandamos a rezar siempre, y con devoción obedece. Ellos nos mostraron el sendero de un matrimonio eterno, y en aquel entonces, el romance light era una fábula, como así también las adicciones juveniles... eran todas desgracias de los países del norte, pobres, que pese a su riqueza tenían droga, alcohol, prejuicios raciales... nosotros, no éramos ni yankis ni marxistas. En ese ámbito, vi a mi hermano Raúl trabajar con ahínco hasta hoy, y permitirse ser el mejor promedio de la Universidad, en ingeniería. Le puso intelecto a la pragmática de Silvio. Yo extendí ese ideal educativo de mamá Josefa desde las paredes de la cocina, hasta las escuelas religiosas de allá y de acá, en el Sur, con el profesorado de letras con que me solidificó el Colegio Nacional de Profesores Alejandro Carbó, y los principios claretianos. Seguro que detrás de todo ellos hay grandes educadores.

Si bien nos atrevíamos a objetar las instituciones, el baluarte cristiano de la Iglesia de los pobres era para nuestra espiritualidad de entonces, lo incuestionable. Por supuesto que somos sobrevivientes, de una Argentina de idealismos inclaudicables, sangrientamente y por cualquier medio enfrentados. Aquello también fue fundamentalismo a su modo. Pero, después de todo, no era posible una juventud sin esperanza, como la que engendra la corrupción política hoy. Porque equivocada o no, había muchachos dispuestos a morir por una quimera.

Seguí apostando por la educación, y hoy estoy como vicedirectora en el colegio Soberanía Nacional, y junto al equipo de conducción y de orientación, cada día aprendo algo más sobre el manejo de una institución. Quise también jugarme por el matrimonio eterno, y formé un hogar con Alberto, con quien comparto la dicha de tres hijos: Lucas Javier. Sol. Anabel. Y son esas caritas interrogantes y cuestionadoras, y esos rostros hermosos de los adolescentes que día a día me acompañan, los que dan sentido a mi existencia.

Para todos ellos va este... cuento largo, novela breve, o yo qué sé, del que soy testigo mudo y vivencial, y un poco protagonista por haber tomado partido. Para mi esposo, que me corrige con exigencia, pero a veces lo sorprende una lágrima cuando me lee... También para mis amigos, la familia grande que me sostuvo, mis compañeros de tarea...para quien me prestó su pañuelo en las horas difíciles, y rogó por nosotros... ah.... y para esos facultativos a los que adeudo la vida y la escasa cordura que hoy me sustenta. Ellos saben quiénes son: los que me escucharon incondicionalmente, me marcaron el rumbo, me enjugaron el llanto y el desaliento, y que hoy, pese a estar a miles de kilómetros, permanecen en las regiones incontaminadas del alma, donde viven por siempre las amistades imborrables.¨

Mirta Cornella de Richter

Presentación tomada de su libro autobiográfico ¨DE LA SOMBRA A LA LUZ¨ publicado en noviembre del 2001.

Un día cualquiera a la tarde, tengo la sorpresa de una llamada telefónica de una exalumna desde el confín Austral: María Alejandra Lizardo, que quiere brindarme el honor de escribir sobre el origen de nuestras escuelas secundarias.

Ella es nada más ni nada menos que la hija de Daniel Lizardo, fundador de la escuela especial para sordomudos, creador del libro de lenguaje de señas, esposo de María Inés, insigne maestra, de las primeras.

Con Daniel nos conocimos en el Intevu X, tratando de dibujar figuras que pudieran expresar de algún modo “Aurora", la inolvidable canción para izar la bandera tantos días de nuestras vidas, a los que carecían del don de escuchar y de hablar para poder comunicarse.

Le doy las gracias a Ale, por entregarme esta bella labor de recordar y de escribir. Pienso que nuestro historiador Mingo Gutiérrez, también estará desenterrando recuerdos y comienzo a escribir:

21 de octubre de 1979: el Boeing 1914 se apresta a aterrizar en el fin del mundo.

Como dijera Esteban Echeverría, " eran el día y la hora en que el sol la cresta dora de los Andes. El desierto, inmenso, inconmensurable, el mar, infinitos"...

(Agregó el mar a la descripción de este increíble y mágico paisaje).

En medio de la inmensidad, el avión se apresta a descender en la pista de un pequeño aeropuerto, en el que vemos solamente un hangar y una pequeña oficina, junto a la cinta para retirar el equipaje cargado de sueños y un barcito.

Todo en el medio de la nada.

Cuando tomamos nuestra valija llena de proyectos, un taxi nos conduce a la céntrica calle San Martín esquina Belgrano, únicas entonces asfaltadas. Todavía no está en esta esquina la estatua del Gral. Belgrano de espaldas a la Cordillera, pero ya se ve la primera construcción de la Anónima, "el súper mercado de la Patagonia."

Hay solamente 12.000 habitantes y las calles que se asientan en torno a las nombradas son; Rosales, Laserre, Mackinlay y Ameghino, donde se instaura el Hospital Regional Río Grande, adonde viene a trabajar mi esposo, Alberto Richter, primer radiólogo universitario, recibido por Pablo Legunda, enfermero muy capacitado, que lo ayudará con las primeras herramientas del diagnóstico por imágenes.

A mí me esperan DINEA, primer colegio secundario para adultos dirigido por Enzo Magaldi, y el primer colegio secundario Don Bosco, llevado adelante por el Padre Bonucelli, y la Misión Salesiana, cuya alma es el padre José Zink...

Sobre Florentino Ameghino, se levanta el entonces pequeño Hospital Regional Río Grande que sigue creciendo hoy.

Antiguamente, se asentaba en el Barrio Austral y hubo que cruzar en bote, hasta que se terminó con el gobernador Gariboti de construir el puente Gral. Mosconi, sigo sitiada en 1979, uniendo las dos poblaciones mayores del norte de la isla.

En calle Ameghino se levanta también el Correo Central, única conexión con el continente, hoy museo. Otra conexión, el locutorio Cabo Domingo, primero en la calle San Martín y después en Piedrabuena, al lado de la Policía.

Radio Nacional nos conecta también con sus " Noticias para el hombre de campo".

Es muy cercana a la Plaza Almirante Brown, y a la ya mencionada primera escuela Número 2; escuela primaria, para niños mañana y tarde, primaria de adultos en el turno vespertino y secundaria por la noche.

El pañuelo de nuestro pueblo, o pueblito bebé como lo llaman mis hijos, se extiende desde San Martín, Perito Moreno, aún no asfaltada, Moyano, Obligado, Irigoyen y después todo es pampa y cielo.

En la calle Perito Moreno, se levanta el pionero Colegio Don Bosco. Lleva el timonel el Padre Miguel Bonuchelli. Hasta 1979, tenemos allí niveles primario y secundario; pero el alma fundacional e inquieta del Padre Bonucelli siempre quiere más. Camina con su raída campera azul rascándose la cabeza pensando en crear el primer terciario de Río Grande para formar educadores. Me quiere traer de Córdoba para casarnos a Alberto y a mí, pero el sueño es casarnos allá y venir a la isla. Por eso no llegó a estar en este primer proyecto educativo de nivel superior cuyo director es el padre Aldo Falcone.

Pero sí tengo la gracia de llegar para integrar la época de oro del don Bosco, donde la Hna. Elena Calvi y la Sra. Cecilia de Yurrita son pioneras de las enseñanzas de las letras. Integro el trío " como un pollito que acaba de emplumar “según los padres que claman por una nota más alta en examen final.

Aprendí mucho de ellas porque en el profesorado había visto mucha narrativa latinoamericana, y ellas me introdujeron en el mundo de la poesía, de la torre de cristal de Rubén Dardo, de José Martín de Gutiérrez Nájera y de tantos otros.

Allí educan también el inolvidable profesor Luis Felipa Coronel, fundador del Colegio Haspen (hogar en lengua ona) los tres Enzo Magaldi, Feullade, Crispino, las chicas de Penélope, nuestro indigne historiador "Mingo Gutiérrez “, las fundadoras del Polivalente de Arte Diana Cotorruelo y Alba Amena, Rito Nielles, padre de la contabilidad, Silvia Serravalle, defensora de los derechos del docente... Se me esfuman nombres de la primera profesora de matemática y varios más que atravesaron ese camino fundacional cuyos nombres no recuerdo. Por favor, musas, acudan a mi memoria.

Tres colegios secundarios: los ya mencionados y atravesando el desierto, cruzando YPF, la Misión Salesiana, dirigida entonces por el padre Tito. Todos conocemos al alma de la Misión: es el Padre José Zink, nuestro cura gaucho que cabalga en su Gringo. Lo conocí esquilando una oveja.

Cuando aún no hay iglesias flamea su sotana desafiando al viento, celebrando en pleno desierto patagónico.

Él me contaba, cuando extrañaba a Córdoba mi provincia natal, que San Ignacio de Loyola le había dicho en la añoranza a San Francisco Javier, que él no podía imaginar todo lo que en su Misión sembraba. El padre Zink cultivaba la amistad entre mates y charlas tras las Misas de 8 los domingos en la Misión.

Y se profetizó su frase, porque cuando partió en un accidente llevando los Sacramentos a una niña, en esas silenciosas tardes de julio, vimos pasar para rendirle homenaje a gauchos a caballo, colectivos llenos de gente de lugares diversas personas que caminaban bajo la llovizna gris de la ruta 3 vehículos de todas clases...días y días.

Pero quiero regresar a un recuerdo que me llena de mariposas el estómago: aquellas primeras noches de camino a la escuela, del brazo de mi esposo, Alberto, caminando por las calles donde el barro llegaba a las rodillas. Su brazo firme me sostenía. Yo llevaba en mis entrañas el tesoro de mi primer hijo Lucas Javier. Llevó ese nombre en homenaje al científico de la novela de Alberto, “Con el último aliento". La envió muchas veces a Clarín sin haber recibido menciones. La mención llegó después de su fallecimiento desde España, en el concurso literario " Pedro de la Felguera". Está colgado en su despacho. Recibió nominación entre 1.400 novelas de habla hispana. Es lo que siempre sucede: las menciones llegan después del fallecimiento.

El pañuelito de nuestro pueblo se proyecta en cuatro por cuatro en sus calles: desde Belgrano también se hacia calles Piedrabuena, Estrada, Don Bosco 25 de Mayo; hasta Thorne donde se asientan el BIM N°5(Batallón de Infantería de Marina Número 5), y otra vez desierto a la espera de ser poblado.

Por otra parte, las calles Rivadavia, Fagnano, Laserre, 9 de julio, hasta el Cano frente al mar, donde está la intendencia, las primeras viviendas militares y donde se asentará después la Casa de la Cultura.

En ese momento, cuando ya no están los onas, alacalufes y yaganes, nos encontramos con estancias de ingleses que están en el exterior, capataces y peones chilenos y argentinos que llegaron en busca de horizontes para ejercer nuestras profesiones y oficios. Comienzan a crecer las fábricas.

En 1982, floreció Soledad. Tan histórico e inolvidable año para nosotros.

Los alumnos de DINEA, actual Cens 28, tan mansos, tratando de aprender...Todavía escucho la voz " Yo soy Mario Jorge Colazo, albañil. Estoy casado con una maestra"; En abril del 82, la mansedumbre se vuelve inquietud en las clases de Educación Cívica: Llenos de argentinidad me dicen: " Señora, si no hay acuerdo, habrá guerra". Y se atropellan las palabras y los eufóricos comentarios.

Al fondo, encorvada y silenciosa una alumna, la mayor, comparte silenciosamente el debate. Ella es hija de malvinenses nacida en Santa Cruz. Entonces, llena de curiosidad pregunto: ¿Ud. qué piensa, Margaret? Y con un acento bastante británico, afirmando fuertemente las sílabas, me responde: "A patadas debieron sacarlos en 1833 no ahora."

Ella sabe que kelper es yuyo, sabe que tanto Gran Bretaña como los habitantes de la Commonwealth viven en democracia. Prefieren ser ciudadanos de cuarta allí, y no de primera en una dictadura.

No saben que el Gaucho Rivero intentó defender Malvinas. No saben que las luchas intestinas entre federales y unitarios, no les permitirá dirigir la mirada al sur, adonde nacen hermanos de ojos claros y cabellos rojizos. Entienden que Argentina defiende la integridad continental, y que Thatcher habla de la voluntad de los habitantes.

Ir al colegio a la noche, con las ventanas cubiertas por frazadas con las luces bajas...Para ese entonces, Río Grande crece un poco más, con las casitas que después llamarían 2 de abril, y las del Intevu. Hasta entonces, los argentinos alquilamos casillas a los chilenos por precios muy elevados.

Cuando vemos películas de la segunda guerra mundial y suenan las sirenas anunciando bombardeos, se sacuden nuestras almas con aquellas sirenas del 2 de mayo, que anuncian el hundimiento del Aras Gral. Belgrano, entre nuestra Tierra del Fuego y la Isla de los Estados. El presidente de la Nación nos mandó huir a las estancias, pero los niños duermen en la cuna, y nosotros abrazados en el living, no queremos que sufran traumas de guerra. Y nos quedamos expectantes, hasta que decidimos asomarnos y enterarnos: " Nos han hundido el Belgrano, con más de mil soldados"...

Mientras Inglaterra fortalece su gobierno, el nuestro se debilita. Un día 10 de junio, Galtieri anuncia con naturalidad que perdimos.

Al entrar al aula, le digo a mis alumnos: " A veces triunfa la fuerza de la razón, otras veces la razón de la fuerza".

Me estremecen mis amigas acercándome para averiguar si sus seres queridos vivían. Nos enteramos de que el Comandante Robacio resistió, que nuestros muchachitos fueron malheridos por profesionales de la batalla, y que uno de nuestros grandes amigos el suboficial Roberto Yurrita viene prisionero en el Camberra. Había tenido a su cargo la alimentación del BIM 5. Mi esposo había recibido a heroicos aviadores malheridos y el ejército no estaba preparado para esta gesta. Nuestra ciudad se convierte en la capital del homenaje a los héroes de Malvinas, y cada año, cada 2 de abril, se extiende la carpa junto al mar, rindiendo homenaje a los caídos y a los que resistieron. Y todas las banderas argentinas de nuestras escuelas se levantan hacia el cielo.

En medio de ello escucho a los coros de la hna. Alicia y de Guillermo Canizzo describiendo a nuestras casitas " de chapa y madera, son de chapa y madera."

En 1982, mis alumnos agasajan mi tarea educativa y yo doy gracias a Dios por pertenecer a un pueblo tan agradecido.

Antes de regresar al norte, el Gobernador Suárez del Cerro gana terreno al desierto y funda las primeras viviendas argentinas.

Se silencia con dolor la Marcha de Malvinas.

Comienza a asomar lentamente el sol de la democracia. En aquel entonces, me llaman del Instituto Don Bosco para hacerme cargo de las materias de literatura de cuarto y quinto año. Una experiencia nueva y maravillosa. Me ponen a prueba los adolescentes, pero logro aprobar el examen.

Es tiempo de serenatas y de reconocimientos. Entonces yo saco guitarra y les canto un tema de José Luis Perales: " Tú como yo has buscado desde niño ser feliz has burlado a un profesor y has tenido que decir sí señor. ¡Pero cuánto darías por volver a vestir uniforme una vez más, a fabricar aviones de papel a esperar a tu novia en un portal!"

En las escalinatas del Colegio Don Bosco, nos reunimos todos " a ver de qué serán capaces estos muchachos", como me expresa la señora de Amena. Y el grito de Alfonsín, es, como él expresa," democracia democracia"

También tengo la suerte de dar Educación Democrática, y los hijos de los médicos del hospital y profesionales de la salud, simulan reuniones en el Congreso y debates en la Cámara de Diputados y de Senadores. Henchidos de ideales, no se reúnen solamente para subir sus sueldos y sus dietas.

Una lección nos deja el Congreso Nacional de Educación: la nota, es necesaria. Porque no es lo mismo decir " alcanzó o no alcanzó los objetivos", " superó", porque un seis no es lo mismo que un ocho. Esto nos sirve para no caer en la mediocridad.

En 1986 florece Anabel, y por primera vez tengo licencia por maternidad. El padre Aparicio hace todo lo posible para que pase con mi bebé el mayor tiempo posible.

En ese año los profesores luchan con fuerza para equiparar su sueldo con el de los maestros y finalmente lo consiguen.

Es positivo caminar en democracia, pero doloroso saber quiénes son los caídos en la predictadura y en la dictadura, de un lado y del otro por cuestiones políticas y los que padecen la guerra que son cada año agasajado en nuestro pueblo protagonista.

Hasta el año 1990, somos Territorio Nacional, apéndice de Buenos Aires, pero pronto un grito anuncia: ¡Somos provincia! La más joven del país " La Provincia 23", como se llamó el diario en el que cada domingo, mi esposo escribirá para el lunes la nota editorial titulada " Valores en fuga. "Entonces, con apasionante ahínco, comienza a escribirse la Constitución Provincial de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Y es hora de rendir merecido homenaje a los Constituyentes que lo dieron todo a cambio de nada: presidente; Elena Rubio de Mingorance vicepresidente; Ruggero Pretto, Constituyentes: Alberto Andrade, Edeldo Auhsburger, Pablo Blanco, Miguel Ángel Castro, José Estabillo, Mario Ferreyra, Ricardo Hernán López Fontana, Demetrio Martínelli, Marcos Mora, Héctor Nógar, Carlos Pastoriza, Carlos Pérez. Jorge Rabassa, Rosa Weiss Jurado y Diana Wilson.

Con Alberto les brindamos un escrito sobre El Derecho a la vida desde la concepción.

La Constitución se imprime en 1991. Las clases de Educación Democrática adquieren otro matiz cuando los políticos pueden asistir a las aulas y mostrar sus plataformas a chicos que votarán por primera vez.

En el año 1990, se da a luz al proyecto de la creación del Secundario en María Auxiliadora y la Hna. Noemí me dice con su característica voz nasal: ¿" Por qué no dan lengua y literatura Ud. y su socia?" (Se refería a Cecilia de Yurrita). El proyecto arranca con Sor Elena Calvi, que pronto es trasladada a Buenos Aires y reemplazada por Silvia Alonso, una directora joven, llena de empuje, que viene de Avellaneda al igual que Eduardo Meana que a los 28 años se carga con estoicismo la Misión al hombro. Como profesoras de inglés en la Misión Salesiana Liliana Brun y Margarte Fell.

Para aquel entonces también conozco a Gustavo Melella, que viene de haber luchado contra las adicciones en las villas de Buenos Aires...

¡Hermosos años! Crecen nuestras hijas bajo el lema de Don Bosco " ser buenas cristianas y honestas ciudadanas". Las fotos desde pequeñas son tomadas junto al monumento a Laura Vicuña. Revolotean en el gimnasio, entregan sus dientes de azahares al ratón Pérez, entregan la flor blanca de su pureza a María Auxiliadora.

El proyecto de brindarles también la enseñanza media significa verlas crecer hacerse mujercitas. Debatir si podrán continuar en la escuela si alguna queda embarazada y entregarle a la Virgen la dura misión de formarlas.

Allí crecen mis hijas Soledad y Anabel, premiadas por sus aciertos, observadas por sus errores. Recuerdo con profundo afecto las figuras de las primeras rectoras: a la partida de la Hna. Elena vienen Silvia Alonso y Teresita Ferreti. La hna. Nélida y una sucesión de laicas que tomarán el timonel. Mucha gente del colegio Don Bosco participarán de esta tarea creadora. Vienen a mi mente " la Padró” como dicen las chicas. Rosita Núñez caminando aterrada por el hielo. Ella también será fundadora del precioso Cens N°1 para adultos. Rosario, Nancy, Duilio, y también se convertirán en educadoras nuestras exalumnas. María del Carmen Feullade, Susana Falero, Lidia Carballido contando tan andanzas de Juan Pablo, Silvia Tello en las exactas. Diana Wilson primera profesora de inglés y Susana Cobos primera profesora de geografía.

Pido a las musas que me recuerden sus nombres, ya que se escapan de mi frágil memoria. María Adami es la Hna. directora de la casa. Viene de Verona los pagos de Romeo y Julieta, y es más papista que el Papa.

Es inmensa mi alegría cuando todas ellas me piden que las represente en el trabajo por la creación de la Ley Federal de Educación.

Paralelamente, bajo la tutela de Mario Ferreyra, crece la EPET primero, CPET, el CIERG después, que sentarán los cimientos de la Universidad de Tierra del Fuego, ofreciendo cada vez más propuestas educativas para que nuestros chicos no tengan que emigrar necesariamente al norte para continuar sus estudios superiores.

Durante el gobierno del Dr. Alfonsín, se sigue ganando terreno al desierto, con los barrios de Chacra 2 ,3, 4...

A la partida del Padre Claudio Veiga, tras un incendio en el Don Bosco, en un sueño me llama a seguir adelante; "hay que fundar más, más... Así nacerá también primero como comercio 2, luego como Soberanía Nacional. Los veo allí a Noemí a Nicolas...El Cens 18 con Graciela Oliva.

Ya habían visto la luz la Comercio 1, Comandante Luis Piedrabuena, después la Comercio 3 con Teresita Marcolongo. El JIF (Juvenil Instituto Fueguino) fundado por el profesor Ricardo Ascárate.

El Colegio Dr. Favaloro, El Polivalente de Arte con Diana Cotorruelo y Alba Abdo, el Haspen con el profesor Luis Felipa Coronel, son recuerdos que se arremolinan en mi mente, con sus diferentes orientaciones: Humanidades, arte y diseño, economía y gestión de organizaciones, bilingüe, entre otras que se van gestando.

Nuestros chicos forman los cimientos de sus aprendizajes primero en los colegios salesianos, y también en las diversas escuelas públicas.

2005 es para mí un año de dolor, porque parte Alberto, el amor de mi vida. Necesitaría muchas hojas para escribir sobre sus tareas fundacionales en la creación del gremio de la salud, en el crecimiento del Hospital Regional. Los nombres de los profesionales de la salud iluminan nuestras calles ya que ellos parten antes, en su quijotesca lucha por la salud.

Nos queda la Dra. Silvia Torillo de Casal, que acaba de jubilarse habiendo dejado su vida en el Ipauss, (Osef), día y noche con el celular en la mano para auxiliar a los enfermos. Nos queda la hermana Carla, enfermera misionera.

En el año 2005, comienza bajo la dirección de Cristina Argañaraz la creación del Secundario Dr. Ernesto Guevara.

¿Qué mejor manera de elaborar un duelo que ayudando a fundar una escuela?

Se me entrega un curso rebelde, que no quiere estudiar, y se me parte el alma cuando me preguntan: ¿" Para qué queremos estudiar señora si vamos a parar a una estancia con un picó y una pala? ".

Entonces les explico que la mejor manera de no ser explotado es manejando la lengua, aprendiendo a hacer las cuentas.

Ahí les brillan. los ojitos y comienzan a estudiar.

¿Qué más puedo agradecer? La hermosa experiencia de haber sido vicerrectora en el Colegio Soberanía Nacional, y directora después. Quiero rendir homenaje a Ricardo Martinuzzi, psicólogo con alguna discapacidad, que resultó ser el mejor acompañante en situaciones que adquirían respaldo terapéutico.

La tarea como directora de tres turnos fue muy ardua. Entonces me comunicaba con el profesor Felippa y le decía: " ¡Mi angelito de la guarda” !, Beso al cielo, para quien fue ministro de Educación por carrera, no por cargo político.

Pero cuando mis fuerzas menguan a raíz de un incendio provocado por un alumno pirómano, me veo en la tarea quijotesca de¹querer a apagarlo a los camperazos; me sacan de allí los porteros, Julio y Raúl. Y me lleva un tiempo recuperarme del estrés post traumático. Regreso al colegio para mi último tramo antes de jubilarme a la biblioteca. Soy feliz cuando puedo ayudar a alguien que quiere recibirse de profesora de letras. Cuando puedo darle una mano a la tan creativa Fabiana, disfrutar un mate con el inolvidable Fabián, con Mónica; pero me siento perdida si no tengo nada para hacer.

Porque en la Misión, por un tiempo breve, en las escuelas públicas, es mi placer dedicarle a los chicos poesía como aquella de " Hay un árbol que llora lágrimas de cristal, como la imagen viva petrificada detenida en el tiempo de congelar. Sobre los techos fuertes de las casas, ya descansa la nieve su dulce paz. Fuman las chimeneas besando el aire, con un negro que al blanco quiere borrar. Es invierno en la noche de blanco tul, es invierno en nuestro querido sur", (Hugo Jiménez Agüero) O " continuamos con las noticias de hombres de campo," en la Radio Nacional que por años dirigiera Mingo Gutiérrez.

Al transitar la última etapa antes de jubilarme, mis chicos me han llamado " la señora de la frase del día," porque se acostumbraron que, junto al mástil, cada día les deje un pensamiento. ¡Y no me perdonan! Si alguien faltó y me encuentra deambulando por el pueblo, me pregunta: " Señora ¿Cuál fue la frase de hoy"? Si el repito me dice " Esa fue la de ayer. Inmediatamente debo acudir a otra.

Y me llega el momento de jubilarme habiendo dejado en Río Grande la mitad de mi vida. La despedida es hermosa y debo de haber comido mucho calafate porque siempre estoy regresando. Y alegrándome cuando me recuerdan y los recuerdo.

En la noche helada," bienvenida profesora". En las operaciones bancarias " ayudá a mi profe que hace mil años que la conozco". En la consulta jurídica, el respaldo. Hasta cuando compro una flor en el cementerio: " ¿Se acuerda qué curso tan terrible? Ahora, señoritos ingleses. "En la ferretería para arreglar algo que no entiendo, en el súper, ese beso cálido que borra el frío de los inviernos, en las escuelas, tomando la antorcha de la cultura y formación, como en las olimpíadas griegas, para continuar con la ardua tarea educativa. Están en las fábricas, y si le pregunto a alguno: ¿" Vos eras de los locos de la Misión? " Sonrío con ternura cuando responde: " no, yo sólo rebelde solidario". O " gracias por el sándwich del kiosco...

Todo esto en medio de las postales de bosques lagos y desiertos, además de la presencia de mi hijo y de tanta gente querida, me impulsa siempre a volver.

Y a rogar que Dios me dé las fuerzas para acudir con mucha frecuencia a mi provincia de adopción, donde pude ser esposa, madre y educadora.