Matilde "Malvina" Vernet y Saéz
Primera mujer nacida en las Islas Malvinas

Matilde Vernet y Sáez nació el 5 de febrero de 1830 en Puerto Soledad, siendo la primera persona de la que se tiene registro oficial de nacimiento en las Islas Malvinas y la primera descendiente de argentinos nacida allí antes de la ocupación británica del territorio. Era hija de Luis Vernet, comerciante nacido en Hamburgo y primer gobernador-comandante designado por el gobierno argentino para las islas, y de María Sáez Pérez, oriunda de Montevideo. En el momento de su nacimiento, la familia ya se había instalado en Puerto Soledad, donde llevaban adelante una colonia establecida con autorización del gobierno argentino. Su madre documentó el embarazo y nacimiento en el «Diario de 1829 en Malvinas», donde dejó testimonio de las vivencias cotidianas y los desafíos de vivir en un territorio remoto y aislado.
Matilde fue la cuarta hija del matrimonio. Su madre, María, no solo dejó testimonio de ese momento en el Diario que escribió durante su estadía en las islas, sino que lo convirtió en un acto fundacional cargado de simbolismo:
“¡Mi mujercita malvinense! La tengo en mis brazos. Su boquita ávida como un botón de rosa ya quiere succionar. Me embarga de dulzura. Es un milagro. Beso sus deditos. Perfecta. Mi mujercita isleña. Mi niña valiente que ha nacido en una isla, ahora más que nunca, como si hubiéramos enarbolado entre las dos una bandera”.
Las Islas Malvinas, ubicadas a unos 500 kilómetros de la costa patagónica, en el Atlántico Sur, conforman un archipiélago compuesto por más de 200 islas, siendo las dos principales la Isla Soledad y la Isla Gran Malvina. El clima es frío, ventoso y húmedo durante gran parte del año, y el paisaje está marcado por colinas bajas, costas rocosas y pastizales. A principios del siglo XIX, el asentamiento de Puerto Soledad funcionaba como centro administrativo, económico y social de la colonia argentina. Allí convivían personas de diversos orígenes, y la actividad principal giraba en torno a la cría de ganado, la pesca, la caza de lobos marinos y la agricultura.
El asentamiento establecido por Luis Vernet funcionó de forma activa durante varios años. Sin embargo, el 28 de diciembre de 1831, el navío estadounidense USS Lexington atacó la colonia, destruyendo instalaciones y tomando prisioneros. Aunque la familia Vernet logró permanecer en las islas un tiempo más, el 3 de enero de 1833 la situación cambió definitivamente: la corbeta británica Clio desembarcó en Puerto Soledad y exigió el retiro de la guarnición argentina. El 19 de noviembre de 1832, tras estos ataques y la creciente presión extranjera, la familia Vernet abandonó definitivamente las islas. A bordo de la goleta Harriet, se dirigieron primero a Brasil y luego a Uruguay, antes de establecerse en Buenos Aires.
Posteriormente, la familia se radicó en San Isidro, donde Matilde creció y vivió gran parte de su vida. Allí se encontraba la finca familiar conocida como “Las Acacias”, que funcionó como residencia y lugar de encuentro para los descendientes de los Vernet. A pesar del desarraigo, tanto Luis como María y sus hijos mantuvieron firme el recuerdo de su vida en Malvinas.
En 1861, Matilde se casó en Montevideo con el capitán naval estadounidense Greenleaf Cilley, quien poco tiempo después fue convocado a servir en la Guerra de Secesión en su país. La pareja se trasladó a Estados Unidos y tuvo seis hijos: tres varones y tres mujeres. Dos de sus hijas, Déborah Malvinas Cilley Vernet y Malvina Justa Cilley Vernet, nacidas en Uruguay, fueron las primeras en llevar oficialmente el nombre “Malvina”, en referencia tanto a su madre como al origen de la familia en el archipiélago.
Concluida la Guerra de Secesión y tras la muerte de uno de sus hijos, Matilde regresó a Argentina junto a su familia, retomando la vida en San Isidro. En su finca familiar de “Las Acacias”, continuó vinculada al legado de sus padres y a la historia de las islas. Durante el resto de su vida, reivindicó de forma pública su nacimiento en las Islas Malvinas y los derechos argentinos sobre el archipiélago. Su esposo también acompañó esta defensa: presentó un reclamo formal ante el consulado estadounidense en Buenos Aires como desagravio por los daños causados por la Lexington en 1831.
Matilde falleció a los 94 años en San Isidro y fue sepultada en el Cementerio de la Recoleta en Buenos Aires, junto a su padre, Luis Vernet. Su vida se transformó en un símbolo del vínculo histórico y humano entre Argentina y las Islas Malvinas. En 1946, el poeta Luis Ortiz Behety le dedicó un poema en el Cancionero de las Islas Malvinas, y en 1981 se inauguró un memorial en su homenaje y en el de su padre, ubicado en el Cementerio de la Recoleta.
En 2015, el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, ubicado en la ex ESMA, recibió la donación de una obra pictórica titulada “Malvina Vernet”, como homenaje a su figura. La historia de su vida también fue rescatada por Marcelo Luis Vernet, tataranieto de Luis y descendiente directo de Matilde, quien dedicó dos décadas a investigar y compilar el legado familiar. Su libro Malvinas, mi casa. Vísperas, Diario de María Sáez de Vernet y Apostillas, publicado en 2022, reúne documentos personales, cartas, registros oficiales y análisis históricos sobre la presencia argentina en las islas.
La figura de Matilde “Malvina” Vernet y Sáez se mantiene vigente como testimonio de una época clave en la historia argentina y como símbolo de la memoria en torno a las Islas Malvinas.

Fuentes:
· Archivo General de la Nación Argentina (AGN)
· Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur
· Diario de María Sáez de Vernet (1829)
· Marcelo Luis Vernet, Malvinas, mi casa. Vísperas, Diario de María Sáez de Vernet y Apostillas, Ediciones UNL, 2022
· Cancionero de las Islas Malvinas, Luis Ortiz Behety, 1946
· Expediente del Consulado de EE.UU. en Buenos Aires (Desagravio de Greenleaf Cilley)
· Archivos de la familia Vernet – Sáez
· Documentación histórica sobre el ataque del USS Lexington, 1831
· Registro Civil de Montevideo y San Isidro
· Entrevistas y artículos periodísticos recopilados por Marcelo Vernet
